Diseñados por los orokin para ser los compañeros perfecto, los kubrow nunca se alejaban de su maestro. Leales y obedientes, estas criaturas era los guardaespaldas ideales. Equipados con generadores de escudo como protección adicional, su fiero gruñido podía paralizar de miedo a cualquier atacante.
Aullido El Kubrow emite un aullido espeluznante que infunde miedo en su enemigos.
Proteger El kubrow acude a la defensa de su amo, reponiendo sus escudos.